La concepción de la justicia de J. Rawls puede entenderse como una concepción clásica en un doble sentido: lo que está fuera de duda, esto es, como una obra clásica de la filosofía moral y política de este siglo y como una concepción que se concentra en unos pocos problemas básicos y clásicos de profunda raigambre y perdurables que afectan a la estructura básica de una sociedad democrática. Este segundo sentido es el que es objeto de interés en este artículo ya que condiciona y acota de una manera significativa el modo de pensar la justicia social y política y muy especialmente los problemas relativos al género y a la familia, así como su aplicación al Derecho de los pueblos.