En este artículo se interpreta la obra de Bataille como producto de dos formas de la mirada que articulan el pensar y las representaciones del sujeto. Estas son la metáfora, una función idealizante basada en el olvido, y la parodia, su antagonista, tendencia propia de la materia "baja", que se estructura en un discurso donde se abre camino el afuera, una grieta que anuncia la caída y la muerte, lo "tout autre". Bataille presta especial atención a ciertos monumentos y pinturas donde las representaciones paródicas hacen visible el desorden y la exuberancia ruinosa de la vida.