En este artículo, tras analizarse los fundamentos filosóficos y políticos de la idea federal, se defiende que sólo una formulación extensiva del federalismo, capaz de reconocer tanto a las nuevas entidades infraestatales como supraestatales, está en condiciones de contrarrestar los efectos negativos producidos por la anárquia, fragmentaria y antidemocrática sociedad global. Asimismo se defiende que el establecimiento de un derecho democrático cosmopolita depende de la globalización de la idea federal.